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Mujer Sagrada

Actualizado: 7 dic 2021


Ahora que soy madre, he podido observar el proceso de crecimiento del ser humano, he podido ser consciente de la diferencia entre lo masculino y lo femenino, he sido espectador de la grandeza del cuerpo y mente de la mujer y he comprendido por qué el hombre a lo largo de los años ha hecho todo lo posible por tenernos controladas, calladas, sumisas y asustadas... "damos miedo"



Yo tengo un hijo, pero reconozco que pasados los primeros meses desde el nacimiento, las niñas desarrollan antes estrategias para conseguir lo que quieren. Su comunicación es mucho más activa, son más vivaces, son más pícaras y manipuladoras.

Estoy segura que si has estado o estás rodeada de niños y niñas de 1 a 8 años has podido ser testigo de esto que estoy diciendo.



Hubo un tiempo dónde la mujer fue considerada diosa divina y diosa creadora de vida pero... "nada dura eternamente y todo está en continuo movimiento".

Llegó un momento en el que el hombre quiso ser protagonista, en el que empezó a darse cuenta, que ante la mente femenina poco tenia que hacer, así que siendo consciente de su cuerpo utilizó su fuerza para hacer fuerte su valía... a través del miedo y el dolor nos fue convenciendo de que no éramos dignas, que éramos malas y brujas, que éramos débiles y que fuimos creadas con la única intención de servir a la "fuerza" y a la "procreación".



Y el tiempo siguió pasando, girando y todo en movimiento... y la mujer resurgió entre las hogueras, los fogones y las alcobas... retomando poco a poco su poder, su posición, su valía y su amor propio.



Pero en nuestro subconsciente continua grabado a fuego cada una de nuestras experiencias en vidas pasadas, creencias, limitaciones y mitos impuesto por el inconsciente colectivo del clan : debemos pelear para ganar al "macho alfa" para estar bien protegidas y a salvo, debemos ser sumisas para que no nos abandonen, debemos estar calladas porque una esposa no puede contradecir a su marido, debemos vestir sin escote y con falda por debajo la rodilla porque una señorita no debe llamar la atención de un hombre, o.... debemos ser delgadas y guapas para agradar al hombre y no estar solas.



Es agotador lidiar con todas estas creencias, con una sociedad aún regida por lo masculino donde tenemos que sobre esforzarnos para demostrar quién somos, con una lucha interior llena de contradicciones...



Somos madres, amas de casa, trabajadoras, compañeras de camino, esposas, amigas, hijas, heroínas y mujeres... que entramos en un estado de cansancio permanente, donde nos sentimos bloqueadas y perdidas, donde sentimos que hay que parar y escuchar a nuestra Alma.


Ya, ¡es hora! de ser conscientes que toda esta información no nos pertenece, de hacernos responsables de nuestro despertar divino, de ser conscientes de nuestro poder, de nuestro templo sagrado que gesta la vida sagrada.



Ya, ¡es hora! de sacar coraje y retomar nuestro camino... aunque nos critiquen, nos digan que somos egoístas o nos llamen "loca". Llegado a este punto ya estamos listas para integrar todas nuestras partes: la niña, la adulta y la sabia... y comenzar el regreso a casa, a nuestro interior, a reencontrarnos con nosotras mismas y volver a nuestro lugar de MUJER SAGRADA.




Pilar Flores

Aquí y ahora...

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